En la era digital, las cookies se han convertido en elementos omnipresentes en internet. Estos pequeños archivos que se almacenan en nuestro dispositivo nos permiten disfrutar de una experiencia de navegación más personalizada y fluida. Su uso también conlleva importantes implicaciones en materia de privacidad, lo que ha llevado a la creación de leyes y regulaciones específicas para su control. Tanto usuarios como empresas debemos adaptarnos a este nuevo panorama.
¿Qué son los banners de cookies y para qué sirven?
Los banners de cookies son ventanas emergentes que aparecen en un sitio web la primera vez que un usuario lo visita. Su objetivo principal es informar al usuario sobre el uso de cookies en el sitio web y obtener su consentimiento explícito para su almacenamiento y uso en su dispositivo.
La importancia de los banners de cookies radica en el cumplimiento de las leyes de protección de datos, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en la Unión Europea. Estas leyes establecen que los sitios web deben obtener el consentimiento previo y explícito de los usuarios antes de almacenar cualquier tipo de cookie en sus dispositivos.
Sin embargo, no todas las cookies son iguales ni sirven para lo mismo. Vamos a ver los diferentes tipos que podemos encontrar:
Cookies estrictamente necesarias: Permiten el funcionamiento básico del sitio web, como la navegación y el acceso a áreas seguras. No requieren consentimiento explícito del usuario.
Cookies de rendimiento: Recopilan datos sobre el uso del sitio web para mejorar su rendimiento y experiencia de usuario. Su uso sí requiere consentimiento.
Cookies de funcionalidad: Recuerdan las preferencias del usuario, como el idioma o la región, para personalizar la experiencia. Su uso sí requiere consentimiento.
Cookies de publicidad y seguimiento: Rastrean la actividad del usuario en diferentes sitios web para mostrar publicidad personalizada. Su uso requiere un consentimiento explícito e informado.
Cookies y RGPD: cumpliendo con la normativa
Tener un banner donde podamos seleccionar las cookies a las que queremos dar consentimiento no es suficiente. La normativa contempla unos requisitos mínimos para asegurar la privacidad de los usuarios:
Consentimiento Informado: Los usuarios deben ser informados de manera clara y comprensible sobre qué datos se recopilan y con qué finalidad.
Consentimiento Explícito: Los usuarios deben dar su consentimiento antes de que las cookies puedan ser utilizadas.
Facilidad para Retirar el Consentimiento: Los usuarios deben poder retirar su consentimiento tan fácilmente como lo dieron.
Para ello, debemos contar con la conocida como segunda capa. Esta proporciona información más detalla sobre el uso de cookies y ofrece mayor control sobre la configuración de las mismas.
Los elementos clave de la segunda capa son:
Política de cookies: Un documento que explica en detalle cómo se utilizan las cookies en el sitio web, incluyendo los tipos de cookies, los datos que recopilan, su propósito, con quién se comparten y durante cuánto tiempo se almacenan.
Panel de configuración de cookies: Una herramienta que permite a los usuarios seleccionar qué tipos de cookies desean aceptar o rechazar. Además, permite revocar el consentimiento en cualquier momento durante la navegación.
Además, para proteger la privacidad de los usuarios las cookies cuentan con una garantía adicional.
En primer lugar, la seudonimización convierte los datos en anónimos, impidiendo que se pueda identificar al usuario. De esta manera, aunque se recopilen, la información personal permanece segura.
Por otro lado, la caducidad establece un límite de tiempo para la vida útil de las cookies. Pasado ese tiempo, tendremos que volver a configurarlas.
¿Cómo lo configuro?
Desde un enfoque técnico, la regulación de las cookies bajo el RGPD y la Directiva de ePrivacy impone ciertos requisitos específicos para el manejo y almacenamiento de estos datos. Estos incluyen tanto las obligaciones sobre cómo las cookies deben ser gestionadas como los mecanismos técnicos que deben implementarse para garantizar el cumplimiento de la normativa.
Obtención del Consentimiento: La regulación establece que las cookies, salvo las estrictamente necesarias, solo pueden almacenarse en el dispositivo del usuario tras haber obtenido su consentimiento explícito. Técnicamente, esto implica que un sitio web debe implementar scripts o mecanismos que bloqueen la instalación de cookies hasta que el usuario haya manifestado su preferencia. Este bloqueo se logra utilizando tecnologías como "content blockers" o la configuración avanzada de scripts de carga diferida.
Panel de Configuración de Cookies: Las páginas web deben integrar un panel de gestión accesible, donde los usuarios puedan aceptar o rechazar diferentes tipos de cookies. Este panel requiere una estructura clara que permita una selección granular. Técnicamente, se implementa a través de interfaces gráficas que interactúan con las API de cookies del navegador, para habilitar o deshabilitar su funcionamiento según la elección del usuario.
Segunda Capa de Información: Se debe disponer de un mecanismo que ofrezca información adicional sobre las cookies utilizadas, lo cual se refleja en la "segunda capa". En términos técnicos, se traduce en el uso de hipervínculos que dirigen a páginas detalladas (Política de Cookies) donde se describen los tipos de cookies y cómo gestionarlas.
Trazabilidad del Consentimiento: Las regulaciones exigen que el consentimiento del usuario sea verificable, por lo que se debe implementar un sistema de registro que almacene y gestione las preferencias de consentimiento de cada usuario. Esto se puede lograr mediante la asignación de un identificador único (UUID) que asocia la preferencia del usuario con su sesión de navegación, almacenando esta información de manera segura en bases de datos.
Seudonimización y anonimización: Para garantizar la privacidad de los usuarios, es necesario aplicar técnicas de seudonimización a los datos recopilados mediante cookies. En el plano técnico, esto implica la creación de identificadores no vinculados directamente con la identidad real del usuario. También se puede utilizar la anonimización total, eliminando cualquier posibilidad de identificación.
Caducidad de las Cookies: El RGPD exige que las cookies tengan un periodo de vigencia limitado. En términos técnicos, las cookies deben estar programadas con fechas de expiración específicas que cumplan con los plazos regulados, y una vez alcanzado ese plazo, deben eliminarse o renovarse con nuevo consentimiento.
Revocación del Consentimiento: Técnicamente, los usuarios deben tener la posibilidad de revocar el consentimiento de manera sencilla. Esto implica la integración de un botón o enlace permanente en el sitio web que permita acceder nuevamente al panel de configuración de cookies para modificar o eliminar preferencias.
Estas regulaciones técnicas aseguran que el manejo de cookies en las páginas web cumpla con los requisitos de transparencia, seguridad y protección de la privacidad establecidos por el RGPD.
En Allover Consultors adaptamos la actividad de tu negocio para cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos de forma rápida, sencilla y digital.