En la era digital actual, la videovigilancia se ha convertido en una herramienta indispensable para la seguridad de empresas, negocios, comunidades e incluso particulares.
Encontramos algunos casos de usos comunes como:
Prevenir delitos: La presencia visible de cámaras de vigilancia puede disuadir a los delincuentes de cometer actos delictivos.
Investigar delitos: Las grabaciones de videovigilancia pueden ser pruebas cruciales para identificar a los autores de delitos y llevarlos ante la justicia.
Proteger a las personas y bienes: La videovigilancia puede ayudar a proteger a las personas y bienes de daños, robos o vandalismo.
Controlar el cumplimiento de normas: La videovigilancia puede utilizarse para controlar el cumplimiento de normas internas o legales, como la seguridad laboral o el acceso a áreas restringidas.
Sin embargo, su implementación debe respetar la privacidad de las personas y cumplir la normativa vigente sobre protección de datos, especialmente del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
¿Cómo regula el RGPD la videovigilancia?
El RGPD establece una serie de principios y requisitos que las empresas y particulares deben cumplir para garantizar un uso responsable de la videovigilancia y proteger la privacidad de las personas.
Estas son las directrices básicas que debemos seguir:
Legitimidad: La videovigilancia solo debe utilizarse para fines específicos, explícitos y legítimos, como la prevención de delitos o la protección de la seguridad de las personas y bienes. No se puede utilizar con fines generales o indiscriminados.
Minimización de datos: Solo se deben recopilar los datos estrictamente necesarios para los fines previstos. No se debe realizar una videovigilancia general e indiscriminada que capture datos de personas que no sean relevantes para el objetivo del sistema.
Seguridad de los datos: Implementa medidas de seguridad técnicas y organizativas adecuadas para proteger los datos de videovigilancia, como:
Control de acceso a las grabaciones: Limita el acceso a las grabaciones a las personas autorizadas.
Encriptación de datos: Protege las grabaciones con cifrado para evitar accesos no autorizados.
Eliminación segura de las grabaciones: Elimina las grabaciones cuando ya no sean necesarias para los fines previstos.
Derechos de los afectados: Las personas grabadas por las cámaras de videovigilancia tienen una serie de derechos relacionados con sus datos personales, como el derecho de acceso, rectificación, supresión, limitación del tratamiento, oposición al tratamiento y portabilidad de los datos.
Adaptando la normativa a mi negocio
Además del RGPD, en España es crucial cumplir con la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD), que establece regulaciones específicas para la videovigilancia. Algunas de las normativas adicionales a considerar incluyen:
Deber de información: Se debe informar a las personas que van a ser grabadas mediante la instalación de carteles visibles, indicando claramente que hay cámaras de vigilancia, quién es el responsable del tratamiento de los datos y dónde pueden ejercerse los derechos ARCO (Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición).
Plazo de conservación de las imágenes: Las grabaciones obtenidas mediante videovigilancia deben conservarse durante un máximo de 30 días, salvo que sean necesarias para una investigación específica. Una vez pasado este tiempo, deben eliminarse de manera segura.
Uso exclusivo de las imágenes: Las grabaciones no deben utilizarse para fines diferentes a los declarados, como la seguridad o prevención de delitos. Su uso para vigilar a los empleados en sus tareas diarias puede considerarse desproporcionado y violar los derechos laborales, salvo que se justifique por razones de seguridad.
Supervisión de la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos): Es recomendable realizar auditorías periódicas y consultar a la AEPD sobre el cumplimiento de la normativa en materia de videovigilancia, especialmente si hay cambios en la legislación o en el uso del sistema.
La videovigilancia puede ser una herramienta valiosa para la seguridad, pero su implementación debe ir de la mano con el respeto a la privacidad de las personas y el cumplimiento del RGPD y la LOPD. Siguiendo los principios básicos, requisitos adicionales y medidas de seguridad descritas en este post, las empresas pueden garantizar un uso responsable de la videovigilancia y proteger la privacidad de sus empleados, clientes y visitantes.
El cumplimiento del RGPD y la LOPD en materia de videovigilancia es esencial para proteger la privacidad de las personas y evitar sanciones. Al implementar las medidas adecuadas, puedes garantizar que tu sistema de videovigilancia sea seguro y conforme a la ley. Consulta con tu equipo de especialistas y adapta la normativa a tus necesidades.
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